Me gusta improvisar e inventar recetas, a veces salen bien y otras como me pasa últimamente con el pan no me salen tan bien…pero de eso ya te hablaré en otro momento, aún soy muy nueva en el mundillo panadero y me queda mucho que aprender para poder controlar un poco lo que hago, ya cuando tenga recetas de buena calidad para hacer pan también las iré compartiendo, pero por lo pronto nos centramos en este bizcocho de algarroba y fresones.
Una de esas tardes creativas, mientras Jimena dormía la siesta, me puse a prepararlo , esta receta, la cual por cierto es de cosecha propia, 100% creada por mi, con la cual quedé bastante satisfecha con el resultado. Casualmente al día siguiente de prepararlo nos juntamos en casa con algunos familiares para merendar, y repitieron bizcocho 😉 ¿qué mejor señal que esa?, no sólo porque ellos repitieran, sino porque no echaron en falta el sabor del azúcar refinada.
Como sugerencia añadiría que puedes espolvorear rallado sobre el bizcocho una vez hecho, yo lo hice y el sabor combina a la perfección con el resto, de igual modo, si preparas mi receta y haces algún cambio no dudes en comentarme como te quedó, para ello te animo etiquetarme en las redes sociales como @misrecetasblw.
Ingredientes:
- 2 vasos de harina de trigo
- 1 vaso de harina de algarroba
- 5 fresones
- 1 vaso de bebida de avena
- 3 huevos
- una pizca de jengibre
- pasta de 12 dátiles
- 1/2 vaso de agua
- 15 gr de levadura en polvo de repostería
Elaboración:
- Hidratamos 12 dátiles en un poco de agua templada durante 30 minutos, escurrimos y trituramos hasta obtener una pasta.
- Ponemos en un bollos huevos, la bebida de avena, la pasta de dátiles y el 1/2 vaso de agua, mezclamos hasta que quede todo bien integrado y tengamos una mezcla homogénea.
- Incorporamos las harinas tamizadas junto a la levadura y el jengibre, removemos y por últimos añadimos los fresones troceados.
- Vertemos la masa en un molde previamente engrasado y con el horno precalentadado a 180º , horneamos con calor arriba y abajo durante 45 minutos aproximadamente. Este tiempo puede variar en función al horno que tengamos, para saber si el bizcocho está hecho lo pinchamos en el centro y cuando el palillo salga limpio lo tendremos listo.