En casa gusta mucho el pan y sus derivados, como sabrás, hace unos meses compramos una panificadora y desde entonces, todo el miedo que tenía al mundillo panadero se va desvaneciendo. Confieso también que hacer pan y derivados es mucho mas complejo que cualquier otro tipo de recetas, pero merece la pena. Saber lo que comes, no tiene precio y por ello te animo a ir adentrándote en este mundillo y no esperes tanto como lo he hecho yo.
Hoy traigo una receta diferente, se trata de unos grisines de espelta integral con un toque de mandarina y cúrcuma que los hace muy especiales, un sabor delicioso, además, podemos condimentarlos una vez dada la forma como mas nos guste, en mi caso a algunos le puse sésamo negro, sésamo blanco a otros, también tomillo, pimentón… probé distintos sabores y todos riquísimo. Además, de la forma alargada y fina que describo en la receta, también probé a cortar la masa en rectángulos largos, la textura es diferente, ambas buenas, esto ya es cuestión de gusto.
Una vez horneados se conservan perfectamente durante unos días en una caja metálica, con el paso del tiempo pueden reblandecerse, aunque posiblemente no os duren demasiado porque se comen como pipas.
Estos grisines son aptos desde el inicio de la alimentación complementaria previa introducción de todos los ingredientes necesarios.
Ingrediente:
- 190 ml de agua
- 10 ml de aceite de oliva virgen extra (aove)
- 90 ml de zumo de mandarina
- ralladura de piel de naranja
- 450 gr de harina integral de espelta
- 1 cucharadita de cúrcuma en polvo
- 1 cucharadita de levadura seca de panadería
- 1 cucharadita de sal (opcional)
Elaboración:
- Mezclamos todos los líquidos excepto el aceite, los calentamos un poco, simplemente que quede templado y añadimos la levadura. Dejamos reposar unos minutos.
- En un bol mezclamos todos los ingredientes secos y la ralladura de naranja.
- Mezclamos líquidos y sólidos, añadimos entonces el aceite. Amasamos hasta obtener una masa lisa y suave, dejamos reposar en un cuenco grande engrasado aproximadamente 2 horas o hasta que doble su volumen. Tenemos que tener en cuenta que en este paso influye la temperatura ambiental.
- Estiramos la masa con ayuda de un rodillo hasta obtener un rectángulo de 5 mm de grosor, cortamos tiras de 2 cm aproximadamente, las enrollamos sobre si mismas y las colocamos sobre la bandeja del horno previamente forrada con papel de hornear, pintamos con aove, espolvoreamos semilla se sésamo negro y dejamos reposar 20 minutos.
- Horneamos durante 20 minutos a 180º.